Alex Ferguson no renovó su esquema, pero también sorprendió dejando en el banquillo a hombres como Vidic y Anderson. El El Manchester salió con el tridente formado por Nani, Tévez y Rooney, y pronto comenzó a asediar la potería del Villarreal.
La insistencia del Manchester se estrelló durante toda la primera parte con la resistencia del Villarreal. Intentaban los de Ferguson ponerle velocidad al partido mientras que los amarillos frenaban con oficio todas sus acometidas. Mientras Cristiano Ronaldo aguardaba en el banquillo su oportunidad.
Cristiano Ronaldo en el banquillo de Old Trafford
En la segunda mitad se respetaron los mismos esquemas, pero las intenciones fueron distintas, especialmente en el bando amarillo. El Villarreal se mostró más ambicioso y visitó con más frecuencia el área rival. El Manchester United, por su parte, no varió su identidad, y, aunque sufrió más que en la primera mitad, continuó buscando con asiduidad la portería de Diego López.
Ferguson reaccionó al susto y puso en liza a Anderson y Cristiano Ronaldo, que volvió tras su lesión entre los aplausos de los hinchas. Visto lo visto, no era para menos. El portugués revolucionó el partido con su entrada y puso al Villarreal en un aprieto constante con sus acciones vertiginosas. Un pase suyo desarboló a la zaga amarilla y propició que Rooney sirviese en bandeja un gol a Tévez que milagrosamente consiguió evitar Gonzalo Rodríguez en boca de gol con Diego López en el suelo. El argentino y el uruguayo volvieron a impartir una clase de cómo defender sin fisuras.
Cristiano Ronaldo volvió a aparecer en el 83 con un centro perfecto desde la derecha que desperdició Evans en el segundo palo con un cabezazo al poste cuando estaba totalmente solo para marcar. Fue la última gran oportunidad para un buen Manchester que con Cristiano Ronaldo es otro Manchester...
